Bella Terra Apartments es un complejo asequible, a través de EAH Housing, para adultos activos de 55 años o más ubicado en Morgan Hill. La comunidad residencial se enfoca en brindar un ambiente enriquecedor que ayude a los residentes a mantenerse activos física y mentalmente y tener alimentos seguros; las asociaciones clave son cruciales para lograr estos objetivos. Una de estas colaboraciones es con Second Harvest de Silicon Valley. Cada mes, Bella Terra organiza una despensa de alimentos para sus residentes donde participan como voluntarios y reciben alimentos, que ocasionalmente utilizan para preparar platos para compartir con otros residentes.
“Otros residentes me designaron para ser la chef de esta comunidad y me encanta cocinar para ellos”, dijo Mary. “Antes de la pandemia, utilizaba la comida que recibía en la distribución para cocinar para otros residentes. Actualmente estamos volviendo a las reuniones y planeo seguir cocinando para ellas. Algunos de los platos que cocino son lasaña de verduras, enchiladas, tortillas y hasta el pavo de Acción de Gracias. A veces no quiero cocinar solo para mí, así que mi vecina Linda o alguien más de la comunidad cocina para mí y eso me hace sentir atendida”.
Una de las realidades a las que se enfrentan las personas mayores con regularidad es cocinar ellos mismos y tener que comer solos. Pero como explican perspicazmente los residentes de Bella Terra, estar solo no es lo mismo que estar solo. Han creado un entorno en el que se sienten apoyados unos por otros y donde la comida es fundamental para sus interacciones. Los residentes se reúnen para disfrutar de divertidas conversaciones sobre comida, participar en eventos organizados por la administración y, a menudo, cocinan unos para otros.
“Cuando los seres queridos ya no están y la vida se ha calmado, el consuelo de una comunidad fuerte te ayuda a salir adelante”, dijo Rosalinda, residente de Bella Terra.
Muchos de los platos que preparan están muy influenciados por sus experiencias infantiles. Para Mary, su herencia indígena y su estrecha relación con su abuela paterna le permitieron disfrutar de la comida sin culpa y minimizar el desperdicio de alimentos.
“No me gusta vivir mi vida siguiendo dietas restrictivas”, dijo Mary. “Disfruto la comida y cuando como, no me siento culpable. Intento seguir los consejos de mi médico, pero también respeto mis preferencias”.
Los puntos de vista de los residentes de Bella Terra son tan diversos como su educación única. Para María, quien creció en México, la alimentación saludable es un pilar muy importante en su vida.
“Después de estar enferma hace cinco años, dije NO MÁS, cambié mis hábitos alimenticios y ahora me siento muy bien”, dijo María. "Vengo a las clases de nutrición que ofrece Second Harvest y quiero aprender más sobre los nutrientes y la alimentación para tener salud".
“Tomo fotografías de la comida que cocino y las comparto con mi hija. Creo que la comida sana que preparo es muy rica. Cocinar me mantiene ocupada y con una actitud positiva. Mi lema es 'La comida es medicina'”. – María, cliente de Second Harvest
Para Linda, ayudar a los demás le da un fuerte sentido de propósito.
“Recibo la comida de Second Harvest y de la Iglesia Cristiana”, dijo Linda. “Tomo una porción de la caja y la comparto con vecinos y feligreses. De vez en cuando también cocino para otras personas en esta comunidad. Me gusta cocinar enchiladas, espaguetis o ensaladas de papa. También cocino para personas sin hogar en Gilroy. He vivido sola durante 20 años, pero no me siento sola. Vivo en gratitud. Mi papá solía decir: 'No desperdicies comida porque no sabes si mañana tendrás comida en la mesa'”.
Independientemente de sus perspectivas sobre la vida y la comida, los residentes de Bella Terra dependen unos de otros para mantenerse activos y conectados. Planean seguir fomentando un ambiente acogedor resaltado por un fuerte sentido de comunidad y grandes amistades.
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